Fotografía: Virginia Opazo Baeza
Chadi Lafken, nace con el propósito de REGENERAR ECOLÓGICA-MENTE Las Salinas de Mar abandonadas en Cahuil y Boyeruca para convertirlas en Centros Educativos Interculturales Públicos. Este objetivo, se define en el año 2017, ocasión en que el Consejo de la Cultura y las Artes, actualmente, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio actualizó el expediente de la "Tradición de Salineras y Salineros de Cahuil, Barrancas, La Villa, Lo Valdivia y Yoncaben" (http://www.sigpa.cl/ficha-elemento/tradicion-de-salineros-y-salineras-en-cahuil-barrancas-la-villa-lo-valdivia-y-yoncaben), concluyendo que el traspaso de esta sabiduría ancestral estaba en crisis, debido a que las nuevas generaciones estaban buscando desarrollarse en contextos urbanos, los que ofrecían mejores condiciones económicas, además de considerar el trato de patronaje (mediería) que aún existe en el año 2020 en el territorio, situación que no se desea para las y los jóvenes, ya que implica humillaciones, malos tratos y aprovechamiento constante por parte de la clase dominante.
Considerando lo anterior y con el propósito de dar continuidad al cultivo de sal de mar artesanal natural, Chadi Lafken propone un diseño de Centros Educativos Interculturales, los que permitan a las niñeces y juventudes que habitan el territorio acercarse a esta sabiduría de una manera protegida así como también a las, les, los visitantes de instituciones u organismos vivir la experiencia intercultural, poniendo en valor la identidad y raíz territorial y proyectar con ello, la posibilidad de los buenos vivires. Este diseño ecológico está siendo estudiado en términos presupuestarios en conjunto con la Asociación Gremial de Salineras y Salineros de Chile.