En la primavera del año 2018 Virginia Opazo Baeza conoció a Jeremías Tobar, salinero, mientras ella tomaba mate y él buscaba señal de celular en uno de los miradores naturales de la localidad de La Villa, donde se ubican las salinas de mar (sector oriente). Comenzaron a conversar, Virginia le comentó que estaba aprendiendo a trabajar las salinas, él la invitó al desbarre y así comenzó el contacto entre ellxs. Luego de practicar el desbarre tanto en Boyeruca como en Cahuil, Virginia consideró necesario tener su herramienta, por lo que al año siguiente (2019) luego de haber publicado su libro "Chadi Lafken, relato de sabiduría ancestral Mapuche de Sal de Mar" le propuso a Jeremías hacer un intercambio: un ejemplar de su libro, por un rastrillo. Finalmente, lo concretaron en Las Salinas de Mar, donde se reabre lentamente el espacio para las mujeres que desean ser parte activa y visible de esta sabiduría ancestral.
Fotografía: @vicentepatasaladas
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